domingo, 24 de diciembre de 2023

El mayor don del Ser: el poder elegir y tomar sus propias decisiones.


Karmelo Bizkarra en su libro "Encrucijada emocional" argumenta que la vida del ser humano es una verdadera encrucijada, un cruce de caminos; un lugar de confluencia de sus pensamientos, sus sentimientos, emociones, deseos, impulsos, sensaciones corporales… ¿Qué hacer con ellos?
Desgraciadamente, y con frecuencia, la encrucijada no es un lugar de encuentro sino de desencuentro. Los pensamientos van en una dirección, en la opuesta corren las emociones; los sentimientos y los afectos se encuentran perdidos y las sensaciones ni tan siquiera aparecen. ¿Cómo podemos integrarlos, sin desintegrarnos?
En las cuatro direcciones de la encrucijada, los cuatro pares de emociones básicas aparecen en el horizonte. Son: miedo-ansiedad, tristeza-depresión, rabia-violencia, alegría-euforia. A partir de su conocimiento puedo elegir comprenderlas, incorporarlas (en el cuerpo), trabajarlas y vivirlas. Vivir es profundizar en cada una de las cuatro emociones mayores. Lo otro es sobre-vivir.
Cuando elijo recorrer el camino me abro a la vida de las emociones y el camino se vuelve emocionante. Puedo aprender poco a poco a vivir la emoción, no la conmoción, en el equilibrio móvil de los cuatro caminos.


En resumen podemos decir que las emociones son lo que nos mueve en la vida. Lo que le da calor y color. El equilibrio entre lo que percibimos del mundo a través de los sentidos, lo que interpretamos de él, lo que pensamos, lo que sentimos, deseamos y hacemos, y lo que hablamos o expresamos, nos llevará hacia una salud del SER. En caso contrario si percibimos el mundo de una manera, pensamos de otra, sentimos de una forma diferente y actuamos y nos expresamos de forma totalmente diferente, vamos hacia la enfermedad. Da lo mismo que la enfermedad se exprese más en su vertiente física o en la psíquica, porque ella EXPRESA lo que de otra manera no nos atrevemos a expresar. 
MAS ALLÁ DE LAS EMOCIONES UNAS PALABRAS PARA EL AMOR 260 Ya me di al poder que a mi destino rige. No me agarro ya de nada, para así no tener nada que defender. No tengo pensamientos, para así poder ver. No temo ya a nada, para así poder acordarme de mí. Sereno y desprendido, me dejará el águila pasar a la libertad. Carlos Castaneda. Según Las enseñanzas de Don Juan.


En esta Navidad deseo un renacimiento al amor, comenzar un nuevo año con  alegría la de vivir, para saber elegir y seguir una senda con mayor conciencia, para asumir responsabilidades y acciones en un aquí ahora con el noble y gran propósito de decir SI A LA VIDA, el pdf del libro de Karmelo Bizkarra "Encrucijada emocional" 




 

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