lunes, 16 de abril de 2018

Yo soy yo, tu eres tu...y somos uno


“Hombre y Mujer” es una estatua móvil de acero de 8 metros de altura creada por la escultora georgiana Tamara Kvesitadze. 
Situada en la ciudad costera de Batumi, las dos figuras representan a un chico musulmán, Alí, y una princesa georgiana, Nino, protagonistas de la famosa novela de 1937 del autor azerí Kurban Said. La trágica historia termina con los amantes separados por culpa de la invasión de la Rusia soviética.
Las estatuas comienzan a moverse cada día a las 7 de la tarde, uniéndose en un corto abrazo, para luego dejarse atrás mutuamente. Tras 10 minutos, el movimiento se completa. La estatua fue diseñada en 2007, pero solo se pudo instalar en 2010; y desde entonces ha sido rebautizada como “Ali y Nino”.
Al observarla me cautivó y vino a mi mente el poema de Fritz Perls, fundador de la Terapia Gestalt, sintetizado en frases que plasman su actitud ante la vida y lo que él consideraba importante en un proceso terapéutico. Fritz Perls fusionó lo terapéutico con un estilo de vida, un tipo de terapia que se podía importar a la vida cotidiana.

ORACIÓN DE LA GESTALT

“Yo soy Yo
Tú eres Tú
Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas
Tú no estás en este mundo para cumplir las mías.
Tú eres Tú
Yo soy Yo.
Si en algún momento o en algún punto nos encontramos
Será maravilloso
Si no, no puede remediarse.
Falto de amor a Mí mismo
Cuando en el intento de complacerte me traiciono.
Falto de amor a Ti
Cuando intento que seas como yo quiero
En vez de aceptarte como realmente eres.
Tú eres Tú y Yo soy Yo.”


Yo soy yo... 
“Sé como tú eres, de manera que puedas ver quién eres y cómo eres.
Deja por unos momentos lo que debes hacer y descubre lo que realmente haces.
Arriesga un poco si puedes. Siente tus propios sentimientos. Di tus propias palabras. Piensa tus propios pensamientos.
Sé tu propio ser. Descubre.
Deja que el plan para ti surja dentro de ti.”

Y también me transportó a las Constelaciones familiares cuyo fundamento es el amor. En esta historia se transgreden los órdenes del amor.
Veamos: 
Alí es un noble musulmán de Azerbaiyán, enamorado del Oriente y Nino es una princesa georgiana que adora el Occidente. Pero los dos, como si fuesen Romeo y Julieta,  son descendientes de antepasados enfrentados. Ambos pertenecen a la ciudad de Bakú (capital de Azerbaiyán) por ser la ciudad que los ha visto crecer. Fue Bakú en los años 1914-1920, época en que se desarrolla esta novela, una ciudad puente entre Oriente y Occidente, una ciudad oriental con característica europea e inmersa en ellas, una ciudad que se debatía entre la influencia oriental y la europea. En Bakú convivía la mayoría musulmana con otras culturas, como las cristianas de origen georgiano y armenio. Bakú era la ciudad de Alí y Nino.


En esta poética y preciosa novela, se combinan dos amores, el amor a la propia cultura a la que uno pertenece, y el amor romántico que te confunde. Es por eso que aquí nos vamos a encontrar con una historia de amor diferente, más rica para el lector, pues está irremediablemente unido el destino de este amor al destino de la ciudad por las consecuencias del conflicto de la I Guerra Mundial y la revolución rusa. Porque ¿qué hacer cuando se ama a alguien de una cultura diferente con la que no te identificas? ¿Cómo sobrellevar tal contradicción? ¿Cómo sobrellevar tal confusión?
En estos años de conflictos, de llamadas al frente, entre los georgianos, azerbaiyanos y armenios: unos estarán de parte de los zares; otros de parte de los turcos - Irán (Persia), salvo para exiliarse, cuenta poco, está en una constante decadencia - . Amenos diálogos y sucesos nos lo cuentan.
Así que si Alí y Nino han superado las barreras familiares y sociales, y ya pueden ir juntos, huir juntos de estas convulsiones políticas, todavía les queda por sortear otra barrera más difícil: la de sus diferentes culturas. Hasta que llegan a entender que no hay lugar al que puedan huir,  pues sólo hay un lugar para ellos, y es vivir en esa ciudad puente donde ambas culturas coexisten.
Dice Alí: "Amo las noches en mi azotea, el desierto y el mar. Amo esta ciudad, la vieja muralla y las mezquitas en sus callejuelas. Lejos de Oriente me ahogaría como un pez fuera del agua. En París yo sería tan desgraciado como mi Nino lo fue en Persia. Guardémonos en Bakú, donde Asia y Europa se entremezclan imperceptiblemente".
Lo consiguen, y en 1918, la República Democrática de Azerbaiyán es proclamada. Y tanto Alí como Nino serán parte activa de esta construcción. Un imprevisto puede nublar el horizonte. Y es que en 1920 una Rusia diferente a la de los zares, entra con su ejército rojo y con sus ojos revolucionarios puestos en el petróleo de Bakú. Un peligro avanza. Alí y Nino no pueden huir, sin Bakú su historia se desvanece, se dice Ali: “cuando lo invisible arremeta contra mi mundo: sólo entonces blandiré la espada”.......

La percepción integradora, holística y a la vez sistémica, que experimenté con esta belleza creativa me hizo recordar las palabras de uno de mis grandes maestros; Ramón Resino,  el decía que el arte, la literatura, la danza y la música son los lenguajes del alma. Y mi alma voló con esta historia y esta obra al ser humano, único y complejo, en su búsqueda incesante de ese amor transformador que transciende.
Tú eres tú...
“Cada vez que rechazas el contestar una pregunta, ayudas a la otra persona a usar sus propios recursos. “


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