jueves, 1 de agosto de 2019

Claudio Naranjo...por siempre en mi corazón

AVE DEL RETORNO



-¿Levantas, hijo, el vuelo?
-¡Sagradas voces!, creo que sí,
mi alma está en duelo
desde que os perdí.
Era la sombra del vacío
súbitamente todo lo mío.
De par en par abrió el dolor
el cuerpo mismo.
Tornó afuera el interior,
y con la fuerza del sonido
brotaron alas del abismo.
De mí, en vuelo suspendido,
nacía fiel y reposada en sí
la trinidad alada,
y con la vista elevada os vi
volar conmigo a la nada.
y eso es todo lo que sé
porqué de todo me acordé,
altivo padre que señalas
más alto aún que nuestras alas,
amada madre que tan sería
señalas hacia la materia.
Y entendí que era yo
a quien tu mano señalaba
en la visión que así volaba.
Tan cerca estuve de morir
que atravesé mi vida,
de ida y venida, 
y pude reconstruir
la constelación humana:
a través del sol, en nuestro padre, 
y de la noche, en nuestra madre,
llegar al Yo, que solo emana.

 I  Vida

¿Cómo fue, querida madre, el nacimiento,
al que debo esta sagrada vida?
Perdona a este hijo que te invoca, pues durante treinta y siete años
 luchó por la verdad a solas,
 jamás acudió a ti y su pensamiento
 te invoca ahora a alzarte de tu tumba
Mientras el dolor lo atenaza como un cinto!
 Al final del poema, es la madre quien habla y quien le dice al hijo:
“Vive tú ahora lo que yo viví:
sobre mí descendió el cielo,
me curvé hacia él con seno abierto,
mi voluntad se expandió hacia el infinito
 y con la fuerza que arrastra las estrellas,
Hijo mío, te di a luz
serás mío nuevamente,
más sin apresurarte, sólo crea!
“Es el amor el que señala nuestra meta:
un ojo ni abierto ni cerrado
que siempre mira al mundo
nos recibe a los venidos desde lejos.
La sangre luminosa de la tierra
porque vive, se estremece
cuando, despojado de materia,
caigo en el ojo de la creación.
En la angustia final yo digo “yo”
mientras mi nombre la pupila borra
como inútil escritura.
No sé si regreso o me disperso
al extinguirse toda finitud.
¿Cómo fue el lugar del que vinimos?
En las tinieblas, la muerte fue una luz”

Tótila Albert.




La vida se asemeja a un rompecabezas, cada pieza ocupa un lugar correcto.
En algunas ocasiones no sabemos como encajan, pero de una forma u otra,
paso a paso, el lienzo va cobrando sentido.  
Cada fragmento se aúna y se cobija en otros seres, que a su vez, también
están armando su propia obra. Todos con un propósito y un arte en común: el
servicio como busca de sentido. En este caminar, como lo expreso en la
primera entrada de este blog, encontré seres maravillosos, maestros de vida
que me han ayudado a pronunciar con más amor ese sí a la vida. Dos de
ellos ya partieron a casa, su lienzo se cumplió y sus obras transcienden 
transformando almas.
Una de las preciadas voces que señala el camino y propicia estos
encuentros, es Jorge Llano, a quien respeto, amo y honro. Discípulo de
Claudio Naranjo y compañero de andanza de Ramón Resino. En su libro “Los
tres llamados del alma” expresa con sabias palabras estos ejemplos de vida:
“Los llamados del alma suceden tres veces en la vida de un curandero, cuando el alma enlista los guerreros del amor 
en el camino del espíritu y del servicio. 
Saber bien servir. 
Saber bien amar. 
Saber bien morir.”
En este escrito deseo contar lo que recibí de Claudio, y agradecer al maestro
el despertar de conciencia en  el servicio de educar. Disfrutar de sus libros,
escuchar sus ponencias en el congreso Gestalt en Cartagena y ser
participante en uno de sus  SAT, inspiraron parte de mi proyecto de vida. 
Al escuchar la historia de su primer benefactor espiritual Tótila Albert, y la
forma como describió la obra “Ave del retorno” inspiraron la imagen del
proyecto Servicio Integral Pedagógico, hecha realidad por Juan Camilo 
Martínez. Explico la imagen que representa este propósito. 
Está inspirado en la obra del escultor chileno Tótila Albert, el cual conocí a través del
maestro Claudio Naranjo y profundicé en la lectura de su libro “Cambiar la educación
para cambiar el mundo”. 
El escultor presenta el fenómeno de la trinidad a través de un cóndor que vuela con la
familia humana sobre sus alas y en sus garras. El padre, en el ala derecha, apunta al
cielo; la madre, en el ala izquierda, apunta hacia abajo, a la tierra, y el hijo llevado en
vuelo por el cóndor entre sus garras, apunta con su dedo índice hacia delante.
Yo vi en la sigla SIP esta idea transformada en una mariposa, mi animal de poder, con
todo el esoterismo y simbología chamánica que representa. La trinidad de la educación
del equilibrio entre lo paterno, materno y filial se representa así: El ala izquierda S
(servicio) corresponde a la madre quien a la vez apunta hacia la tierra, el ala derecha P
(pedagógico) corresponde al padre, quien a la vez apunta al cielo. En medio de ellos se
levanta y se transforma la vida a través del hijo (Integral), quien podrá crecer sano en
un orden y equilibrio de los tres.

Frase inspiradora o ESLOGAN:
Educar para ser...
En un proceso de construcción, conocimiento  y de crecimiento continuo, se fundamenta en los pilares de la educación del tercer milenio y que corresponden al:
¨      Ser: virtudes, valores  y actitudes puestas al servicio
¨      El conocer: formación, información, transformación y conocimiento
¨      El hacer: Desarrollo de talentos, habilidades y destrezas
¨      El convivir: respeto, honra y comportamiento
¨      El transcender: Misión de vida, espiritualidad, esencia

SIMBOLISMO

Los poderes de la Mariposa:
¨      Belleza
¨      Libertad
¨      Transformación

La sabiduría de la Mariposa incluye:
¨      Transmutación
¨      Reencarnación
¨      Muerte y renacimiento
¨      Alcanzar objetivos a muy largo plazo
¨      Capacidad de disfrutar el momento presente







No hay comentarios:

Publicar un comentario